Los procesos de adopción y la paternidad adoptiva, al igual que otros tipos de paternidades, trae consigo muchas cosas buenas, pero también mucho estrés.
En los procesos de adopción, las familias que adoptan atraviesan diferentes etapas: la decisión de adoptar, el proceso y la adopción.
Durante estas etapas es frecuente que las personas se sientan bloqueadas ante las dificultades y las dudas específicas del proceso de crianza de los hijos.
Por eso, la mayoría de familias que adoptan acuden en busca de orientación y asesoramiento.
Los padres adoptivos también han de acostumbrarse al periodo post-adopción, momento en el cual pueden sufrir problemas de adaptación.
Muchas veces no saben cómo explicar a su hijo que es adoptado, u observan que el niño tiene ciertas actitudes irrespetuosas hacia los miembros de la familia, o muestra mucha inseguridad o miedo, con pesadillas, terrores nocturnos, dificultades para integrarse en la escuela, poca tolerancia a la frustración etc.
Ante estas dificultades, podemos enfocar la terapia individualmente con algún miembro de la familia o con los familiares en conjunto; dependiendo de las características y necesidades.
A veces son los padres los que necesitan orientación, otras veces es uno de los padres quien necesita ayuda para sobrellevar la adaptación de la adopción y en otras ocasiones es el niño/a adoptado/a quien ha desarrollado diferentes síntomas.
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